Beneficios de los alimentos integrales

Una dieta rica en alimentos integrales se asocia a un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluyendo dolencias cardiacas y derrames cerebrales. Estas conclusiones se llegaron a través del análisis de siete estudios que involucraron a más de 285000 personas entre los años 1996 y 2006. 

 Consumir un promedio de 2,5 porciones de cereales integrales por día se asocia a una disminución del 21% de riesgo en contraer alguna enfermedad cardiovascular si se lo compara con un consumo de solamente 0,2 porciones al día. Por lo tanto es importante incorporar una mayor cantidad de alimentos integrales en la dieta. “Una dieta rica en alimentos integrales se asocia a un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluyendo dolencias cardiacas y derrames cerebrales”. 

 A pesar de la abundante evidencia acerca de los beneficios para nuestra salud de los cereales integrales, el consumo entre la población es bajo.

Sólo el 8% de la población adulta consume entre 3 a 4 porciones de cereales integrales por día mientras que el 42% de los adultos no los incorporan en su dieta. Esto indica que tanto consumidores como profesionales de la salud no están informados de los grandes beneficios que los cereales integrales aportan. “La evidencia científica que respalda la promoción del consumo de alimentos integrales es contundente, aunque la ingesta es aún muy baja”.

Un grano se considera integral cuando todas las partes del mismo se conservan. Es decir: el salvado (cubierta externa), el endospermo (parte intermedia, rico en hidratos de carbono) y el germen (parte interna a partir del cual puede desarrollarse otra planta).

Tanto el salvado como el germen se eliminan durante los procesos de refinamiento de los granos quedando solamente el endospermo. De esta forma el valor nutricional del grano disminuye notablemente ya que el salvado y el germen contienen la mayoría de los nutrientes. Estos incluyen fibras vegetales, vitamina B1, vitamina B2, proteínas, minerales como selenio, zinc, cobre, hierro, magnesio y fósforo y grasas poliinsaturadas que son excelentes antioxidantes naturales.

Dentro de los alimentos integrales se incluyen al arroz integral o salvaje, avena, cebada y otras harinas integrales.

Los granos y cereales integrales no solamente nos protegen contra las enfermedades cardiovasculares sino que también contra la diabetes y ayudan a disminuir la presión sanguínea en los hipertensos y los niveles elevados de colesterol. Las enfermedades cardiovasculares son consideradas la causa de un tercio de las muertes a nivel mundial. Son más ricos en nutrientes, como vitaminas y minerales, en fibra y muchos otros compuestos fitoquímicos y bioactivos con reconocidos beneficios para la salud.

En resumen: El consumo regular de cereales integrales (pan, pasta, arroz, cereales del desayuno) contribuye a la reducción de los factores de riesgo relacionados con enfermedades crónicas, en especial de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, así como varias enfermedades gastrointestinales.